MARTIN PESCADOR
Presente en casi todos los ríos y
humedales de la Península
hasta hace relativamente poco tiempo, el Martín pescador es una de las especies
más agredidas por el deterioro usado por las aguas dulces de nuestro país
durante las últimas décadas. De espectacular plumaje y vuelo rapidísimo, este
coraciforme (Orden de aves de vistosos colores y grandes picos que viven en
árboles, cazando insectos y anidando en huecos) necesita cuestas arenosas para
excavar su nido, así como una abundante población de pequeños peces, larvas de
insectos acuáticos y anfibios para alimentarse.
Descripción:
Clasificación:
Orden
Coraciformes; familia Alcedinidae
Longitud:
16-17 cm
Envergadura:
24-26
Identificación:
El
Martín pescador es un ave de pequeño tamaño y aspecto apretado, que se
caracteriza por poseer uno de los más vistosos plumajes de nuestra fauna. Vencen en su uniforme los colores azules y
verdes (brillantes y metálicos)
en las partes posteriores, y los anaranjados en los abdominales. En la cabeza
del ave, que parece desproporcionadamente grande para su tamaño, llama la
atención un larguísimo y puntiagudo pico de color negro. La garganta es blanca,
al igual que una llamativa mancha en los laterales del cuello, que se prolonga
hacia el ojo en una banda anaranjada. Las patas de este coraciforme son muy
cortas, al igual que la cola, y lucen un intenso color rojizo. El dimorfismo
sexual (Presencia de diferencias de forma, tamaño, color, etc., entre seres
vivos de una misma especie) no es muy indiscutible y se limita a la tonalidad de
la parte inferior del pico, negra en el macho y anaranjada en la hembra. Los
jóvenes son semejantes a los adultos, aunque con una coloración verde turquesa
en lugar de azul; las patas son, también, más oscuras. Cuando vuela resulta
inconfundible, pues se desplaza a gran velocidad y poca altura, normalmente
emitiendo su característico reclamo, mediante un rabioso batir de alas.
Canto:
Emite,
tanto en vuelo como posado, un tiit-tiit agudo, rápido y penetrante.
En el mundo:
Se distribuye ampliamente por Europa
(donde falta solo en Islandia y algunas otras islas), norte de África y Asia
central y meridional, donde se extiende hasta la India, la región indomalaya
y Japón. También está presente en Nueva Guinea.
En España:
Aparece bastante repartido por la Península, aunque
resulta más común en las regiones occidentales (particularmente en Extremadura
y el oeste de Castilla y León), en el norte (sobre todo en la cornisa
cantábrica, Galicia, País Vasco, Navarra y norte de Castilla y León), en Sierra
Morena y en algunas provincias catalanas y andaluzas. Resulta, en cambio,
bastante escaso en Castilla la
Mancha y en el sureste de Andalucía, donde llega a faltar
casi por completo.
Desplazamientos:
Las poblaciones del sur y sureste europeo
se muestran mayoritariamente residentes,
mientras que las más norteñas y orientales son migradoras, por lo que se
desplazan en invierno hacia las regiones mediterráneas e incluso el valle del Nilo. La
migración de toda la familia tiene lugar desde finales de septiembre hasta
principios de noviembre, aunque según la
latitud puede adelantarse o retrasarse la partida hasta un mes. La vuelta a los
territorios de reproducción se produce entre marzo y mayo.
Población:
En Europa se estima que existen
50.000-190.000 parejas reproductoras, de las cuales 4.000-7.000 parejas se
calculan que son aves ibéricas. Por otro lado, el contingente migrador
procedente de Europa central y oriental refuerza la población española durante
el invierno con varios miles de individuos. La tendencia en nuestro país parece
claramente descendente, aunque faltan estudios a escala nacional; solamente en algunas
regiones, como Extremadura, Navarra, Cataluña, Vizcaya y las provincias
occidentales de Castilla y León, la población se mantiene más o menos estable.
Hábitat:
Se trata de una especie relativamente
poco exigente a la hora de establecerse,
aunque precisa de una cierta calidad de las aguas, vegetación fija más o menos densa, posaderos apropiados, pesca abundante y caídas arenosas en los que instalar el nido. Si se cumplen estas
condiciones, se puede hallar al Martín pescador en lagunas, pantanos, pozas,
ríos de diferente entidad, embalses, arroyos e incluso en canales, charcas
ganaderas y acequias; no obstante, el ave muestra
especial predilección por los tramos medios de los ríos. En invierno, el aumento de población como
consecuencia de la llegada de numerosos
invernantes crea una cierta competencia por el territorio, por lo que el nivel
de exigencia con respecto a la calidad del agua y el entorno resulta menor.
Alimentación:
Aunque se muestra como una especie
fundamentalmente ictiófaga (que se alimenta de peces), este coraciforme captura
gran variedad de presas, como larvas y adultos de insectos acuáticos,
renacuajos, anfibios adultos, crustáceos y moluscos. Localiza a sus presas
desde un posadero despejado y elevado sobre la superficie del agua y se lanza
en picado para capturarlas con su fuerte y afilado pico. De nuevo en el
posadero, el ave remata a la presa con unos contundentes
golpes antes de ingerirla.
Son muchas las amenazas que pesan sobre este
pequeño habitante de nuestras riberas, pero la principal es la pérdida de
hábitat, tanto de alimentación como de reproducción. La construcción de
infraestructuras, la contaminación, la “adecuación” de cauces, la creciente
regulación de los ríos y la urbanización incesante del territorio son algunos
de los factores que han provocado la disminución de sus poblaciones. Por
añadidura, la introducción de especies piscícolas foráneas, lucios, peces gato,
percas americanas, etc. ha mermado las poblaciones de los pequeños peces
autóctonos, anfibios e invertebrados que le sirven de alimento. Para mejorar el hábitat de esta y otras especies ligadas a los ríos, es necesario adoptar otra política de gestión de los cauces, de forma que se establezcan criterios estrictos de mantenimiento de la calidad del agua, se evite la destrucción de la vegetación ribereña y de las orillas y se controle rigurosamente la introducción de especies foráneas.
El Martín pescador se incluye en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas en la categoría “De interés especial” y aparece en el Libro Rojo de la aves de España como “Casi amenazado”.
autóctonos, anfibios e invertebrados que le sirven de alimento. Para mejorar el hábitat de esta y otras especies ligadas a los ríos, es necesario adoptar otra política de gestión de los cauces, de forma que se establezcan criterios estrictos de mantenimiento de la calidad del agua, se evite la destrucción de la vegetación ribereña y de las orillas y se controle rigurosamente la introducción de especies foráneas.
El Martín pescador se incluye en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas en la categoría “De interés especial” y aparece en el Libro Rojo de la aves de España como “Casi amenazado”.
Julia Gutiérrez Cetulio
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